Jóvenes desnudos invaden los apartamentos vacíos de Berlín para protestar por el aumento de los alquileres e improvisan fiestas durante las visitas organizadas por las agencias inmobiliarias.
Se quitan rápidamente los pantalones tejanos, los suéteres, los calzoncillos y las medias y en unos segundos una decena de personas llegadas para visitar un apartamento en alquiler del barrio Friedrichshain se quedan desnudas. Una de ellas enciende un aparato de música.
Con los rostros cubiertos por máscaras del estilo Mickey Mouse, la pequeña banda se contonea sin ropa al son estridente de una música tecno en la sala comedor del apartamento bajo la mirada sorprendida de un agente inmobliario que se ha quedado lívido.
«¡Fuera o llamo a la policía!», grita intentando expulsar a uno de los jóvenes desvestidos.
En este día glacial, «la internacional hedonista» visitaba un departamento de 63 metros cuadrados «enteramente renovado con piso de madera de cerezo, techo alto y cocina empotrada de alta tecnología», según el anuncio publicado en internet. El precio del alquiler mensual, incluida la calefacción, es de 726 euros.
«El precio de los alquileres ha subido un 50% en este barrio en los últimos meses», asegura Nick, uno de los principales organizadores de estas fiestas de protesta desnuda, que ha escogido, como los demás, un seudónimo.
«Tuve que esperar seis meses antes de encontrar un apartamento. Para las familias es aún más complicado», añade este estudiante.
En algunos barrios de Berlín, que se han puesto de moda por su ambiente, la demanda de apartamentos se ha disparado.
Tras haber sido un barrio obrero de Berlín Este, Friedrichshain se transformó radicalmente, pasando de ser una guarida de ‘punks’ y marginales a un lugar residencial donde se codean estudiantes y jóvenes parejas que pasean a sus bebés recién nacidos en cochecitos.
«Hemos comenzado este verano», cuenta Luther Blissett, otro organizador, «inspirándonos del colectivo francés Jeudi Noir (jueves negro) que denunció el alza de los alquileres en París realizando acciones intempestivas, ‘happenings'».»Nosotros hemos innovado desnudándonos», explica Nic riéndose.
El año pasado el alza de los alquileres llegó al 14%, según la firma de estudios Empirica.
«Los más afectados son las parejas de jóvenes, así como los estudiantes que buscan por primera vez un apartamento, o las familias con niños que necesitan un piso más grande», dice uno de los expertos de Empiria, Reiner Braun.
Los alegres protestatarios se visten a toda prisa y salen corriendo, bajando los escalones de tres en tres mientras cierran las braguetas de los pantalones o se abrochan los sujetadores.
Minutos más tarde frenan delante del edificio dos furgones y tres autos de la policía con las sirenas ululando.
«Lo que hacemos no es un delito. Son visitas públicas. No entramos a la fuerza en los apartamentos», recalca Nick.
El agente inmobiliario, furioso, se niega a hacer comentarios.
«¡Cuando vengo a ver un departamento no es para ver sexos!», dice un joven en busca de una casa.
El colectivo ha decidido de todas formas hacer una pausa. «Es el invierno. Está haciendo mucho frío para desnudarnos», explica Peter, otro de los miembros del grupo.