Cerrar metafóricamente un año educativo cuesta desde lo discursivo y desde la sintaxis, debido a que la educación esta presente en el día a día de nuestras vidas y de todos los que la transitan.
Pero he decidido tomar algunos hechos que nos dejó este 2010 en materia educativa e intentar describir y analizar lo más importante, por eso decidí seguir algunos pensamientos del periodista Andrés Oppenheimer. Vivimos en una sociedad dividida donde la exclusión social y el auge de la inacción estatal se manifestaron a lo largo de todo el año. La descomposición de la entramado política y la inequidad social, han dejado marcas profundas en toda la ciudadanía. Estos dos hechos tienen que ver con la educación, ya que ella atraviesa la trama de un tejido social altamente vulnerado. ¿Por qué digo esto? Siguiendo las investigaciones de Oppenheimer, el mismo expresa “Creo que la publicación de los resultados de las pruebas Pisa 2009 debió haber sido la noticia más importante del año para la Argentina. Es el test global que mide la calidad educativa de los países y mostró que la Argentina se ubica en el puesto 58, cayendo por debajo de Chile, Uruguay, México, Colombia y Brasil. Argentina retrocedió en la última década, en cambio Brasil mejoró. La sola publicación del dato debió haber desatado un escándalo o una crisis en el Ministerio de Educación. Lejos de ello, el ministro dejó trascender que la Argentina se irá del test para armar uno propio regional. ¿Se imaginan a la Argentina dejando el Mundial de Fútbol para reemplazarlo por una regional porqué no le fue bien?” Comparto que el camino es conformar un movimiento que presione a los políticos para que tomen en serio la educación. “Es algo demasiado importante como para dejarlo en manos de los gobiernos”, ya que según mi parecer, se necesita el pluralismo y la diversidad de opiniones que domina en países altamente desarrollados como India, China y Finlandia, donde impera la economía del conocimiento “El crecimiento económico por sí solo no garantiza erradicar la pobreza. Tampoco la inversión cuantitativa en educación“. La clave es la inversión en calidad educativa.
Todo lo expresado por este escritor y con el que coincido, nos lleva a intentar a ejercitar una reflexión inteligente sobre los pasos a seguir, y una toma de decisiones coherente con el mundo que se nos anticipa.
En nuestra provincia y región, coincidente con los recurrentes reclamos sociales que atravesaron de norte a sur nuestro país, surgieron las manifestaciones estudiantiles con las tomas de colegios por un lado, y la necesidad expresadas por los mismos de una mayor participación en el proyecto de Ley de Educación, la cual ya fue aprobada el 15 de diciembre con asignaturas pendientes, por falta de participación de gran parte de la ciudadanía en temas vitales. Sin embargo, lo positivo de esto es que el debate continuará abierto para que los estudiantes y toda la ciudadanía, a través de los canales democráticos, podrán expresar sus ideas y necesidades para que así poder adecuarlas a las realidades concretas. Voces que todo gobierno democrático debe tener en cuenta para las futuras tomas de decisiones. Llegó pues la hora, de a quien le corresponda, tome el palo y eleve el asta navegando hacia el encuentro de la educación constituyéndola en política de estado, más allá de los partidismos y tendencias políticas. La educación está `por encima de todo, y debe engalanar a toda la ciudadanía.
Espero que estas reflexiones ayuden a todos en el nuevo año, teniéndolas presente para el logro de una educación de calidad, largamente merecida y reiteradamente postergada para nuestro pueblo.
LIC ELENA FARAH