Así lo informó Víctor Flores, padre del niño que habría fallecido tras ser colisionado por un móvil policial del Comando Radioeléctrico. «El culpable de este resultado, por no tomar las medidas necesarias y no dar importancia a las pruebas fue Luis Cerioni», resaltó.
El Tribunal Superior de Justicia dictaminó que la causa por la muerte de Alejandro Flores, ocurrida el 16 de marzo de 1991, prescribió.
Así lo informó Víctor Flores, padre del niño que habría fallecido tras ser colisionado por un móvil policial del Comando Radioeléctrico en el que se conducían los policías Mario Gaumet y Gustavo Funes.
El cuerpo fue hallado 18 años después en el final de una alcantarilla en un predio próximo al camping de AATRAC.
«Consideraron que el tiempo que pasó genera la prescripción pero está claro quienes fueron los autores de la muerte de mi hijo», sostuvo Flores en diálogo con TD Digital.
Víctor señaló que «esto no es un fracaso porque se cumplió el objetivo de que los policías fueran imputados».
«El culpable de este resultado, por no tomar las medidas necesarias y no dar importancia a las pruebas fue el ex fiscal Luis Cerioni. En tres años el fiscal Di Santo se puso las pilas y cambió la causa», manifestó.
Resaltó que se reunirá con su abogado Julián Oberti para analizar los fundamentos, aunque admitió que «el tiempo es lo que determinó la suerte del caso y sabemos que es difícil encuadrar el delito de lesa humanidad».
Para los jueces Aída Tarditti, María Esther Cafure de Batistelli y María Blanc de Arabel “las conductas ilícitas presumiblemente cometidas no constituyen un crimen de lesa humanidad (imprescriptible) aún cuando los impugnantes puedan atribuir la connivencia de los superiores de la Policía, con los imputados».