En febrero, la Alcaidía de la Jefatura fue epicentro de una denuncia por abuso sexual y venta de alcohol y drogas a presos. Ahora, el escándalo afecta la comisaría de Alcira Gigena. Hay un comisario imputado y pidieron la acusación contra una funcionaria del municipio.
La Alcaidía de la Jefatura de la Unidad Departamental de Policía, el lugar más custodiado de la ciudad, fue epicentro de un episodio que conmovió a la cúpula de la fuerza. En febrero de este año, una mujer detenida fue derivada de urgencia al Hospital en estado de inconciencia. Había consumido pastillas y medicamentos en una fiesta que se produjo en el lugar de alojamiento de presos.
El hecho se conoció un mes después, cuando una de las detenidas, Nancy Carena, declaró a TD Digital que había sido obligada a practicarle sexo oral al efectivo a cargo del control de la Alcaidía.
El fiscal de instrucción Julio Rivero pidió las actuaciones y se corroboró la comercialización ilegal de medicamentos y alcohol a cambio de dinero.
Cuatro policías fueron imputados, aunque el Tang0 1, Gustavo Della Mea resultó sobreseído. Siguen implicados el principal José Auce , el oficial Oscar Gutiérrez y el sub comisario Claudio Olguín.
Tras el conocimiento del caso, la Alcaidía dejó de funcionar, refuncionalizaron comisarías de barrio y los jefes de la Departamental fueron sustituidos. Antes de fin de año, Rivero decidiría la elevación a juicio de la causa.
Segundo caso
Caso 10 meses después, la denuncia de dos mujeres policías que aseguran haber sufrido manoseos y maltratos por parte del jefe de la comisaría de Alcira Gigena, Adelqui Benegas, reactivan las sospechas sobre la fuerza policial.
Benegas declaró como imputado y fue licenciado de la jefatura luego de que testigos aportaran datos reveladores sobre lo ocurrido y surgieran sospechas de presuntas fiestas hasta la madrugada en un local lindero a la Comisaría, donde se habría trasladado a mujeres en móviles policiales.
El abogado de las dos denunciantes apuntó, además, contra la secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Alcira Gigena, quien habría amenazado a testigos con el teléfono celular corporativo del municipio.
Los escándalos del año impactaron fuertemente en la imagen policial y apuntan los altos cargos de la institución.