Denuncia de violencia policial – Las Voces del Día

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Una estudiante de Comunicación de Alejo Ledesma denunció que su primo fue violentamente golpeado por efectivos de la Caminera.

telediario24horas@yahoo.com.ar  Es difícil tratar con objetividad un tema cuando lo toca a uno desde cerca. Es difícil tratar un tema cuando este ocasiona impotencia y dolor.
Hace una hora aproximadamente sonó mi teléfono celular, era mi mamá que me comunicaba una fea noticia: a mi primo la policía caminera lo había golpeado.
Soy de Alejo Ledesma, un pueblo ubicado en el sureste de la provincia de Córdoba. Hace un tiempo ya, alrededor de dos años, sobre la Ruta Nacional Nº 8, en el acceso de la localidad vecina de Arias, al igual que en la mayoría de las rutas cordobesas, se instaló un grupo de policías, cuya función es controlar el cumplimiento de las normas viales. Pero distintos hechos demostraron que su función no se limita a esto.
Con el correr del tiempo los móviles de la Caminera fueron trasladándose sobre este tramo de la ruta.
En la tarde de hoy, mi primo, Mariano Bernardi, se dirigía de un campo a otro, viajaba en su camioneta en la cual transportaba un padrillo propio. Estando cerca del camino a tomar, baja a la cuneta y sigue viaje. Es en ese tramo cuando la Caminera lo detiene; le pide papeles: algunos tenía y otros no (guía de padrillo), cuando le piden el DNI, ya con un tono alto y diciéndole que él buscaba evadir la autoridad, lo empujan y le quitan su documentación y la de la camioneta, acto seguido lo tiran al piso, como causa la supuesta resistencia a la autoridad lo golpean a patadas y a puñetazos. Ensangrentado y detenido lo “invitan” a la comisaría de Alejo Ledesma.
Al dirigirse al pueblo, pasan por el campo al cual Mariano se dirigía. Por eso, él decide dejar el animal, que se encontraba alterado por la discusión anterior. Y acá es cuando la cosa se pone fea. Una vez soltado el animal en el campo los hombres de la Caminera le colocan, a Mariano, esposas y le pegan; lo suben a su vehículo donde continúan pegándole puñetazos en el pecho.
Así es como llegan a la comisaría. Después de un rato los hombres de la caminera se retiran para continuar con su labor y pasada las dos horas Mariano queda libre. Mañana mi primo debe dirigirse a la ciudad cordobesa de La Carlota, ubicada a 75 km. aproximadamente, a asentar su denuncia y esperar a que la justicia actúe. .
Desde mi opinión, con poco conocimiento legal y/o judicial, me parece que las cosas tomaron otro curso. Si el conductor de la camioneta no tenía los papeles en regla, entonces deberían efectuarle la sanción que le corresponde por eso, sea una multa, retención del vehículo o lo que fuese, pero no violencia.
Nada justifica la violencia.
Para todos aquellos que hoy hablan de las atrocidades que se han cometido décadas atrás, como si en la actualidad no existiesen, acá tienen un  claro ejemplo del abuso de poder que existen en varias instituciones argentinas.
Desde mi posición como estudiante de Comunicación Social de la UNR, creo que a través de la denuncia pública, a través de los medios que la habilitan, es como se puede llegar a incentivar la reflexión sobre el rol de ciudadanos que tenemos, el lugar en el que estamos frente a un Estado, a un poder que dice protegernos, para poder reclamar lo que necesitamos.
Es por eso, que considero menester, que todos aquellos que hayan pasado por situaciones similares se animen a la denuncia pública. Si entre todos hacemos un poco de ruido, tal vez alguien nos escuche y suceda algún cambio…
Lo sucedido me hace pensar en EL MUNDO DEL REVÉS, de María Elena Walsh: tenemos a las personas que deben brindarnos seguridad, estas personas que tienen como deber cuidarnos…nos atropellan. Paradójico ¿no?
Por último, creo que además de mi adhesión, esta frase tiene más adeptos: ESTE ES EL PAÍS QUE TENGO…NO EL QUE QUIERO

María Silvia Gacé

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