ANTICIPO TD – ¿El hallazgo de sangre en el cuchillo y un tarro secuestrados en la quinta lograron determinar un tipo sanguíneo y un ADN? ¿ Hay pruebas de que elementos de Nicolás se hayan trasladado en el auto de los Vargas? Qué dicen los documentos.
Dos pruebas parecen concluyentes para defender la acusación contra los integrantes de la familia Vargas, acusados por la desaparición y muerte de Nicolás Sabena.
Una de las pericias está vinculada con el hallazgo de un tarro y una cuchilla con sangre, secuestrados en la quinta de los acusados.
La otra prueba está ligada al automóvil Volkswagen Pointer que pertenece a los Vargas y ahora está en poder de la Justicia.
En los dos elementos, los perros adiestrados, especialistas en odorología forense, hallaron rastros de olor de Nicolás.
¿Qué dicen los documentos oficiales a los que pudo acceder TD Digital? Según surge del informe químico elevado por el Ceprocor, firmado por la bioquímica Cristina Huespe, «en la muestra levantada del borde del balde negro se determinó la presencia de sangre humana, grupo sanguíneo 0».
En cambio, admite que en el cuchillo «se determinó la presencia de sangre pero los resultados fueron insatisfactorios respecto al grupo».
Por su parte, en las conclusiones del documento firmado por la doctora en bioquímica Nidia Modesti y remitido al fiscal Walter Guzmán, se resalta que «en la muestra sobre el cuchillo no se recuperó ningún perfil de ADN a pesar de haberse realizado varias modificaciones metodológicas».
Esto implica que solo pudo determinarse el grupo sanguíneo en el tarro y no en el cuchillo, y en los dos casos no se halló ningún patrón genético.
Vehículo
En relación al vehículo de los Vargas, secuestrado por la Justicia luego de que los perros hallaran restos de olor de Nicolás en el baúl, el análisis de las desgrabaciones telefónicas encuentra una comunicación que hace puntual referencia.
En un diálogo entre José Vargas y una mujer de apellido Salinas, Vargas afirma que la madre de Nicolás se comunicó pidiéndole la ropa de su hijo.
Vargas le dijo que «tiene la ropa arriba del auto» y que «no quiere poblemas».
Esta comunicación sería utilizada por la defensa de los imputados para justificar el hallazgo de olor en el baúl del auto.