El encuentro del año es el de Britney Spears y Glee , y se producirá esta noche, a las 22, por la pantalla de Fox. El episodio, segundo de esta segunda temporada, marcó para la serie, en los Estados Unidos, un notable salto en términos de rating, incluso con respecto al capítulo debut (13,5 millones de espectadores), y lleva por título “Britney/Brittany” , en tanto el relato es motorizado por un personaje de la “segunda línea” de protagonistas, Brittany S. Pearce (Heather Morris).
Britney Spears tiene varios cameos durante el capítulo, y la gran duda previa tenía que ver con el modo de meterla a ella (y no sólo a sus canciones) en una trama que tiene lugar en un high school destartalado de Lima, Ohio. La solución que encontró Ryan Murphy (creador de Glee y autor y director del episodio) no pudo haber sido mejor: si el adjetivo que adoradores y detractores le endilgan a Britney por igual es “tóxica” y si uno de sus temas (quien dice tema dice ¡temazo!) se llama, justamente, Toxic , la entrada de Miss Spears sólo podía darse por efectos narcóticos. Así, aparece en la trama un dentista (John Stamos) que debe anestesiar a los alumnos para curar sus caries, y la anestesia es la que los lleva, uno a uno, a tener fantasías bailables con Britney y su inmortal legado pop.
La trama se divide entre la escuela-realidad donde el director del Glee Club no quiere canciones de Miss Spears (“no es justamente un modelo de conducta”), y el mundo pop-narcótico en el que un hit tras otro ( I’m a Slave 4 U , Me Against the Music , Baby One More Time , Stronger y, por supuesto, Toxic ) terminan envolviendo a Brittany y al grupo entero en una revuelta hormodélica al más puro Britney Style. “No dejes que tu imprudencia te impida ver el hecho de que Britney Spears es una provocateur genial de la cultura pop y un trampolín hacia todos los excesos conocidos”, dice uno de los personajes, durante el episodio, uniendo perfectamente las dos partes.