Lo dijo el doctor Raúl Montenegro, premio nobel alternativo. Afirmó que habrá un impacto que pondrá en riesgo los recursos hídricos.
Un cielo de marrón intenso y un aire irrespirable fueron las primeras consecuencias de una tormenta de tierra y viento con ráfagas de más de 90 kilómetros por hora que tuvo en vilo al centro del país el pasado domingo (7 de noviembre). Hay otras secuelas que habían sido advertidas por organizaciones ambientalistas pero que parecen estar encajonadas en los estamentos de decisión.
«La tormenta de viento fue un ejemplo del desquicio ambiental de la patria sojera», afirmó el doctor Raúl Montenegro, reconocido ambientalista de la FUNAM y premio nobel alternativo.
Montenegro expresó que «el clima no tiene nada que ver con lo sucedido porque esto está relacionado con el efecto del trabajo del hombre»
«Lo que no existe es un ordenamiento territorial. La aprobación de una mala ley de bosques es otro mamarracho que sirve de prólogo a lo que va a pasar. Los pooles de siembra siguen avanzando y hasta se han ido utilizando las banquinas de la rutas para sembrar soja. Ahora, nos queda el 5 por ciento del bosque nativo», afirmó en diálogo con TD Digital.
El especialista consideró que «esta es una provincia destrozada ambientalmente»
«Lo que pasó es ayer es una situación que se va a ir agravando. El suelo, al estar descubierto, termina volando por los aires», indicó.
Advirtió que «estamos respirando la tierra y los plaguicidas y este es el resultado directo de la avaricia del campo»
«Por un lado tenemos la inestabilidad ambiental que en Córdoba tiene la menor resistencia de toda la historia. El primer problema es la falta de preocupación del tema hídrico. Lo otro, es el experimento epidemiológico, donde se contamina a quienes viven sobre los bordes de los campos donde se realizan fumigaciones», subrayó.
Montenegro argumentó que «esto afecta los sistemas digestivos y los pulmones; además, se impacta sobre los cursos de aguas».
«Lo de ayer fue una muestra gratis. En Córdoba hay una tasa de desmonte irracional, por encima de la media nacional», expresó.
Agua que no has de beber
El doctor Raúl Montenegro aseveró que «los recursos hídricos pierden en calidad porque los plaguicidas también llegan a las capas subterráneas».
«Al destruirse las cuencas donde se fabrica el agua hace que pierda calidad. Hay un impacto de calidad y regularidad de agua. Hoy, la mayor parte del agua que cae en verano se diluye en superficie y no alcanza a alimentar las napas subterráneas», precisó.
Añadió que «ni en el gobierno provincial ni nacional parecen estar preocupados».
«Mientras haya producción de soja parece estar todo bien pero lo de ayer fue una cachetada», advirtió.
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