El ministro Gutiérrez dijo que «hay que sortear rápidamente esta situación». De la Sota recordó que Kirchner «nunca fue un político neutro». Baldatta dijo que cambia el escenario político porque «Kirchner fijaba agenda». Una de las claves del análisis posterior a la muerte de Néstor Kirchner es la pelea interna que desatará su sucesión en el PJ y las dudas sobre quien asumirá la representatividad del legado del kirchnerismo. En medio de las especulaciones políticas también emergen las señales que piden cautela y garantizar la gobernabilidad de Cristina Fernández.
El ministro de Agricultura Carlos Gutiérrez consideró que «el justicialismo ha perdido a un gran dirigente pero es sumamente necesario en un país con fuerte sentimiento presidencialista no perder la calma».
«Hay que sortear rápidamente esta situación. La tranquilidad debe estar basada en el esfuerzo del pueblo para desechar cualquier peligro que pueda abatirse en nuestra democracia», argumentó.
Para el ex gobernador José Manuel de la Sota, «Kirchner no ha sido un político neutro y tuvo una importancia enorme en la vida del país». «Dejó muchas cosas buenas pero otras que no lo fueron y han ocurrido en el final», señaló.
Consideró De la Sota que «en los últimos años en mi gobernación en Córdoba hubo peleas muy fuertes».
La diputada nacional Griselda Baldatta manifestó que «el país tiene una democracia consolidada y la muerte de Kirchner no debe ser motivo para que la gobernabilidad pueda verse afectada».
«Tenemos que consolidar las instituciones. La muerte del dirigente va a modificar el escenario político porque Kirchner fijaba agendas, pero de ninguna manera se puede afectar la gobernabilidad del país», resaltó.