El hombre que vive debajo del puente abandonó un hogar de ancianos porque lo llevaron «sin nada». «Los trapos para mi tienen valor y no los podía dejar», afirmó Juan.
Don Juan Ortíz, el sexagenario que sobrevive debajo de uno de los pilotes del Puente Carretero sobre la ribera sur del río Cuarto, fue trasladado el fin de semana a un hogar de ancianos pero decidió volver a su «lugar en el mundo».
«La comodidad era muy linda pero no me sentía con la alegría de vivir al aire libre. Me sentí encerrado, pese a que me dieron todo», admitió don Juan, sentado sobre una silla sin cubierta, a metros del lugar que los chicos comenzaron a utilizar en el festejo por el arribo de la primavera.
«Pensaba en mis harapos y me volví, regresé a mi mundo hasta conseguir un lugar donde me sienta más tranquilo. No podía dejar mis trapos y mi trabajo de cuidacoche. Necesitaría una pieza donde estar, donde guardar mis cosas», afirmó.
Don Juan señaló que lo llevaron al Hogar » y todo lo que tenía de valor quedó acá»
«La gente me ayudó mucho y me trasladaron así nomás, no puedo dejar tirado todo acá tirado. Igual acá no puedo estar mucho porque se está llenando de gente y no puedo estar así», admitió.