Lo dijo Edmundo Heredia en el campus de la UNRC. Rescató sin embargo que somos un país con muchas posibilidades de desarrollo.Edmundo Heredia, reconocido por sus estudios sobre historia latinoamericana, docente de la Universidad Nacional de Córdoba y ex docente de la UNRC, disertó en la apertura de las Jornadas del Bicentenario “La República en perspectiva: pasado y presente”, que organizadas por los Departamentos de Historia y de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales se llevaron a cabo recientemente en el campus.
Durante el acto de apertura recibieron un reconocimiento por sus aportes a la enseñanza de la historia argentina los profesores de la UNRC Nelson Cimminelli, Olga Bonet y María Elina Feilberg.
Heredia en su disertación “Doscientos años de descolonización” sostuvo que “estamos descolonizados en muchas cuestiones pero hay muchas cosas pendientes que desde 200 años atrás no están resueltas sobre todo en el orden de la distribución espacial de América Latina y en relación a la independencia efectiva económica, cultural, entre otros factores. Son procesos que todavía están en camino”.
Agregó que “la Revolución Mayo y otros movimientos que quisieron terminar con el tronco español se produjeron, en primer lugar, por un fenómeno universal que se estaba produciendo y de gran auge en ese momento. Fue la Revolución Industrial en Europa que movilizó las economías y provocó nuevas demandas en el mercado de consumo y en la exportación de recursos, lo que hizo que América Latina fuera un escenario muy importante para que pudiera prosperar esa revolución”.
Sobre la influencia de la Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos, dijo: “Esta fue un ejemplo de cómo un país americano podía contar con su propio gobierno y la libertad con respecto a la metrópoli europea. Fue un ejemplo básico. En tanto, el ejemplo europeo en Francia se relacionó más con las nuevas ideas políticas sobre los derechos del hombre, la división de poderes, el gobierno por el pueblo. Estos ideales fueron los que formaron los hombres de la revolución de Mayo”.
Rescató que pese a las condiciones de desventaja en el concierto internacional “somos países independientes (América Latina) en la medida que podemos ejercer una vida local, una vida interna con bastante despliegue, bastante posibilidades de desarrollo. Esto se frena, a su vez, por, por presiones internacionales. Son como dos mundos que no se corresponden, procesos de afirmación de las identidades nacionales y al mismo tiempo una continuidad en los mercados de la relaciones de dependencia de los países más poderosos. Son presiones que no solo se ejercen desde el punto de vista económico sino también desde los cultural de lo social y de los tecnológico”.
Heredia enfatizó que “en los últimos tiempos podemos decir que lo tecnológico ya es un fenómeno de presión universal que no reconoce patrias, ha terminado con las fronteras. Sin embargo terminar con las fronteras no implica que haya una comunicación igualitaria, las relaciones son siempre asimétricas de los países, entre los poderosos y los dependientes”.
Antes de entrar de lleno a la conferencia Heredia recordó al académico, periodistas e historiador Luis Vitale, fallecido el pasado 29 de junio, quien padeció la prisión, la tortura y el destierro durante la dictadura de Augusto Pinochet. En el mismo sentido refirió a la celebración del Bicentenario de la Revolución en Méjico, ocurrida el 16 de septiembre de 1810. “Méjico tan lejano que sigue adelante a pesar de la opresión de sus vecinos. Fue una Revolución muy particular liderada por Miguel Hidalgo y Costilla hecha por campesinos e indígenas”.