Agónico triunfo de Argentina sobre España. El equipo nacional le ganó 86 a 81 después de un largo esfuerzo. Desde las 15.30, la final entre EE.UU. y Turquía.
Fue un partido extraño, en el que Argentina jugó 23 minutos de ensueño. Dominó claramente a España hasta que consiguió una ventaja máxima de 25 puntos, cuando un triple de Delfino puso a la Selección 59-34 arriba. Pero a partir de ahí empezó un tremendo momento de los de Hernández que coincidió con la resurrección de los campeones del mundo de hace cuatro años. Un increíble parcial de 26-5 hasta el final del período acortó la diferencia a un insospechado 65-62 que dejaba el final con pronóstico reservado.
Todo venía muy mal barajado y la impresión era que Argentina no iba a poder aguantar el envión español. Pero se defendió mejor, se ajustaron detalles en la ofensiva y aparecieron en toda su dimensión Carlos Delfino (27 puntos) y Luis Scola (22) para sostener la esperanza y llegar a ese 86-81 del final. Con un sabor más dulce todavía que ese meritorio quinto puesto.
Fuente Clarín.