Por primera vez en España se ha desarticulado una red de explotación sexual masculina que operaba desde hace meses en varias provincias españolas, según ha informado la Policía Nacional.
Las víctimas, que los agentes cifran por ahora entre 60 y 80, rondaban los 20 años y eran captadas principalmente en la región de Maranhao, al norte de Brasil, donde se les facilitaban billetes de avión comprados con tarjetas clonadas.
Viajaban a aeropuertos de otros países (principamente Francia e Italia) y desde ahí accedían a España, donde posteriormente eran distribuidos entre diferentes pisos, según las necesidades de la red.
Primero trabajaban en Palma de Mallorca y Barcelona, localidades entre las que se movía el cabecilla de la organización.
Cuando estaban «quemados» (cuando los clientes ya los conocían), les trasladaban a pisos en otros lugares. En León, trabajaban también en un club, Brindis, donde compartían estancias con mujeres.
De hecho, la red empezó captando solo a hombres, pero después incluyó a algunas mujeres y transexuales.
Fuente: El País de España