Los cinco barras llegaron al predio de la Universidad de Pretoria en un auto rojo y pidieron dialogar con alguien de la delegación nacional.
Cinco minutos después salió el jefe de seguridad del seleccionado argentino, Pablo Fernández Toucido.
Los barras, quienes aseguraron no tener nada que ver la violencia en fútbol, hablaron dos veces con el jefe de seguridad del seleccionado argentino porque preguntaron si dos bolsos de ellos habían sido llevados por error por la gente del seleccionado.
Todo este hecho se dio ante las cámaras y móviles de televisión que estaban haciendo guardia en el predio de la Universidad de Pretoria.