Luego de los incendios en algunas zonas de la provincia, la secretaría de Ambiente puso en marcha el programa de Restauración de Zonas Incendiadas que contempló acciones de revegetación del suelo en su fase experimental, a través de la siembra de pasturas por vía aérea.
Los lugares tratados contemplan 250 hectáreas de bosque en las localidades de Icho Cruz y Achiras. El programa también prevé avanzar en la siembra de especies arbustivas y en la plantación de árboles.
La estrategia del plan de trabajo se basa en procedimientos para la implementación de acciones correctivas adecuadas a partir de la evaluación del suelo, el estado y tipo de vegetación, los humedales, la fauna silvestre y las actividades culturales que se realizan en el lugar. Tareas que requieren de la participación de los actores sociales, locales y regionales para así lograr el cumplimiento de las metas propuestas.
Principalmente, el protocolo de estas tareas comprende la evaluación “in situ” del grado de deterioro ambiental de los sitios incendiados, el relevamiento multimedial (fotografías y videos) y la toma de muestras, además de la localización de las zonas afectadas a través de imágenes satelitales seriadas.
Durante los incendios se produce pérdida de la biomasa vegetal, fauna asociada, degradación y pérdida de suelos, se contaminan aguas superficiales, se inician o profundizan los procesos de erosión, entre otras cosas.
Siembra de pasturas
En esta línea de trabajo se efectivizó una primera tarea de revegetación del suelo en su fase experimental a través de la siembra de pasturas por vía aérea.
Las dos especies de semillas fueron previamente mezcladas y teñidas con anilina inocua para que al momento de ser esparcidas se pueda establecer el lugar justo de la siembra, a los fines de constituir un correcto seguimiento acerca de la evolución y respuesta del terreno. Acción que se acompañó de la georeferenciación de los puntos de siembra.
Ante el impacto ambiental generado por los incendios forestales y la degradación del suelo ocasionado por la erosión natural de las lluvias, se sembraron variedades altas y bajas de grama para que crezca y se expanda, conformando el proceso de revegetación.
Esto se concreta ante la urgencia de posibilitar acciones que regeneren el desarrollo de la biota del suelo degradado y sostengan el territorio ante posibles nuevas lluvias.
La acción es el resultado de un proceso de trabajo que contempló instancias de análisis entre equipos interdisciplinarios y trabajos a campo en las zonas afectadas, lo que derivó a determinar las prioridades en las áreas a intervenir.