El Plan Federal de Salud

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   El Ministro de Salud de la Nación acaba de anunciar que se diseñará  un Plan Federal de salud para el período 2010-2016. La idea es “el año que viene poder tener un borrador a partir de marzo para empezar a discutir con los distintos actores y que todos sepamos cuales son las acciones que hay que tomar en salud”. Para un país que sufre de dengue, leptospirosis, hanta virus, sífilis congénita, leschmaniasis, mortalidad infantil del 13 por mil, mortalidad materna del 4 por cien mil, mortalidad de menores la mitad de los cuales es evitable, riesgo suicida en jóvenes cercano al 50 % en algunas provincias parece increíble escuchar la improvisación existente y las palabras del Ministro.

      La verdad es que el Gobierno Nacional por razones de imagen internacional bloqueó la declaración de emergencia sanitaria en el país, no priorizó ni coordinó centralizadamente la reacción contra la gripe A y encima tuvo momentos donde la información no era difundida como correspondía. Si a eso se le suma el ejemplo de alguna Provincia donde pese a la declaración  de la emergencia por el Dengue los fondos no fueron girados, todo termina en un cuadro de desidia incomprensible. Contra ese marco sorprende que el Ministro diga que “en materia de salud no podemos tener improvisaciones ni generar hechos aislados…”

      El problema de Salud Pública del país es mas complejo que el diseño de un plan. Desde la creación de las obras sociales, el sistema potenció  la privatización de la oferta, y el propio sector de la medicina capitalista, siempre se ha opuesto a la existencia de un sistema de salud pública nacional integrado. En vez de un sistema publico de calidad para todos, la idea ha sido que las personas que pueden generar ingresos para la medicina privada no se atiendan en el hospital. Para eso debe haber un pobre hospital para gente pobre.  Dicho de otra forma como en el Hospital público se encuentran las bases de la medicina provista por los mejores médicos del país, si el hospital funciona bien, rapadamente barrería la cirugía de la ciudad”  Como reconoce la jerga médica “hospital que surge sanatorio que cierra”

      Lo que el país necesita es en primer lugar no olvidar y tener memoria sobre la historia sanitaria del país. Están disponibles los ejemplos del Hospital regional de Mar del Plata, el de Niños de Bs Aires Dr Ricardo Gutierrez, el Hospital Regional De Comodoro Rivadavia, el plan de salud pública del Consejo Provincial de Río Negro y otros casos donde cada vez que se fortalecía el cuerpo médico con concursos de dedicación exclusiva, organización de la residencias, atención las 24 horas, mejora de las plantas físicas y equipamiento, habilitación de horarios vespertinos para consultas y prácticas hospitalarias, formación de recursos humanos en el posgrado mediante residencias, cobro a las obras sociales etc  todo terminaba en una reacción organizada, en descalificación de los directores que defendían la salud pública y en algún momento del país hasta la persecución política en nombre del anticomunismo. (Ver por ej. Alberto Dal Bó- Hospital de reforma crónicas para evitar el olvido” editorial Biblos Sociedad 2008)

     Esa es la verdadera razón por la cual el sistema de salud pública no pudo prosperar en el país. ¿Acaso no fue el propio Perón el que impulsaba a través del subsecretario de salud el Dr Domingo Liotta el sistema nacional integrado de salud (SNIS)? Peron como dice Alberto Dal Bo (op cit Pag 114) “ahora necesitaba debilitar el poder económico de los sindicatos –que tanto había contribuido a su retorno- para mejorar la gobernabilidad del país. Para eso nada mejor que el proyecto del SNIS el cual se financiaba a través de un fondo sanitario nacional integrado por fondos públicos y los recursos de la seguridad social”.

      El final es conocido ni perón logró armar el sistema. Sólo cuatro Provincias se adhirieron. Luego los sindicatos no quisieron que sus fondos de obras sociales fueran a la salud pública y todo termino en contratos con el sector privado que logró capturar históricamente un porcentaje superior al 90 % de los convenios de las obras sociales. Así, el sector de la medicina capitalista logró capturar como ingresos los aportes de los trabajadores y el Hospital público quedó deteriorado y un pobre hospital para pobres. Resulta entonces cuando menos una ingenuidad irritante creer que el problema de Argentina es la falta de un plan. Planes para hacer cálculo interactivo y derrumbar cualquier tentativa de fortalecer la salud pública siempre estuvieron presentes. El problema es que los propios Ministros surgen del sector médico corporativo para dirigir la salud pública. Se pone al ratón a cuidar el queso, ¿puede entonces esperarse otra cosa que un país con los indicadores lamentables que tenemos? Seguramente no. Lo del Ministro suena a papel mojado y a mascarada del Gobierno nacional por el desastre que ha ocasionado su propia torpeza en salud. 
Dr. Roberto Tafani

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