Hoy el ritmo de crecimiento de la economía nacional experimenta una desaceleración en su conjunto, tal como lo ilustran las últimas mediciones oficiales. Numerosas variables indican la profundización de la desaceleración de la economía argentina en sectores tales como de la construcción, la industria, el agro y los servicios -que ya han comenzado a verse afectados por la crisis internacional- y el consumo se han desempeñado de forma tal que la economía acumula seis meses de caídas interanuales en su nivel de actividad.
Así, se van haciendo más sólidos los pronósticos que definen que el 2009 cerrará con un saldo negativo cercano al 3%, lo cual hace pensar que la desocupación en el país puede estar efectivamente superando el 10% acorde a estudios elaborados por la Universidad Católica Argentina (UCA).
Los recientes hechos que tuvieron lugar en la economía nacional y mundial pusieron y aún ponen en vilo el mantenimiento del empleo en todos los ámbitos, que empuja a la precariedad laboral a 2,7 millones de argentinos acorde a mediciones de la UCA, golpeando este fenómeno con mayor fuerza en la franja más pobre de la población. Esto se explica principalmente por lo ocurrido en la segunda mitad de 2008 donde el país se vio afectado por la crisis financiera amenazando a millones de puestos de trabajo, con fuerte impacto en el sector automotriz, los frigoríficos, entre otros sectores ligados al mercado internacional.
El dato del Estimador de la Actividad Económica (EMAE) -que calcula el crecimiento mensual del PBI- para mayo del corriente tomó un valor de cero en su comparación interanual con el mismo periodo de 2008, y marca un deterioro en la actividad que no se registraba desde hacia casi seis años, en el comienzo de la recuperación en el 2003, observándose una desaceleración en el ritmo de crecimiento que ya ni llega al 3% desde diciembre último cuando el EMAE tuvo una variación interanual de 4,6%. Esto configura un escenario que tiende a la estanflación ante un crecimiento anual de los precios calculado ya en un 13% por consultoras privadas.
En definitiva, si bien por el momento la caída del desempleo según INDEC sigue evidenciando la inclusión continua de trabajadores al modelo económico, hecho que contrasta demasiado con los resultados de encuestas privadas, es claro que la recesión generalizada en muchos sectores productivos transcurre ahora en un contexto donde la presión de los gremios por aumentos de salario se hace sentir y contrasta con la percepción de los empresarios que manifiestan la necesidad de mantener el empleo sin aumento de costos, viendo poco factible la recuperación de la actividad y la aparición de señales claras para ejecutar inversión productiva en el mediano plazo.
ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE Lic. María Luján Fernández Rotelli – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org