Desde que a principios de 2002 tocara su piso más bajo, la evolución del sector de la construcción reflejada en el comportamiento del Indicador de la Actividad de la Construcción (ISAC), había trazado hasta el mes de Julio de 2006 una trayectoria sostenida de crecimiento. No obstante, a partir de allí el sector comenzó a manifestar una leve desaceleración hasta que en Mayo de 2007 no logró superar el registro máximo de 2006, alcanzando para el mes de Septiembre un nivel 2,8% inferior al de Mayo pasado.
La razón del claro cambio de tendencia que viene mostrando el indicador se encuentra en que buena parte de los factores que impulsaron el extraordinario crecimiento de la construcción desde la salida de la crisis, vienen atravesando un proceso de agotamiento relativo. A esto se le suma el mayor grado de incertidumbre producto de la aceleración en el alza de los precios relevantes (costos de construcción o valores de los terrenos), las alteraciones en el mercado financiero consecuencia principalmente de las dificultades del mercado inmobiliario estadounidense y las importantes subas que se vienen registrando en las tasas de interés.
Por otra parte, el rubro construcción de viviendas, motor de la actividad de la construcción (por constituir una alternativa rentable de inversión), muestra señales de que no va a seguir creciendo a las tasas que venía registrando, adoptando valores cercanos al desempeño de la economía en general, producto de la caída de la rentabilidad y la gran oferta disponible de nuevos inmuebles en los principales mercados del país.
En consecuencia, se espera que los precios de venta de los inmuebles a estrenar continúen incrementándose producto de la suba de costos y que para los próximos meses la tendencia de desaceleración del ritmo de crecimiento del nivel de actividad de la construcción inmobiliaria continúe a lo largo de todo el país
Esta publicación es ofrecida por FUNDACIÓN EGE con la colaboración de María Noel Amuchástegui – (Miembro de Fundación EGE) – info@fundacionege.org