La situación de nuestro país en materia de biocombustibles

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En la actualidad, se esta dando importancia al desarrollo de fuentes alternativas de energía, en particular en los países mas avanzados, la UE y Estados Unidos, a efectos de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, habida cuenta de su horizonte potencial de duración, se estima en tres o cuatro décadas mas y de que las mayores cuencas productores están ubicadas en regiones conflictivas, entre ellas Medio Oriente, Venezuela, Nigeria, Rusia.

Una nueva alternativa en materia de producción energética es la industria de los biocombustibles, constituye una opción respecto a los combustibles derivados del petróleo. En este nuevo campo de desarrollo es evidente el potencial de Argentina por los volúmenes de materia prima que se producen, por ser el primer exportador de aceite de soja y el segundo exportador de maíz.

Para adentrarnos en el tema es preciso saber, por ejemplo, que hoy una planta de etanol de 100.000 toneladas de producción en base a maíz cuesta 50 millones de dólares. Se están investigando además biocombustibles ya de segunda generación en base a la utilización de lignocelulosa para producir etanol, aunque esta posibilidad en el corto plazo es casi imposible llevarla a escala industrial por una cuestión de costos, se estima que el uso de madera para etanol va a ser rentable dentro de 10 o 15 años.

En cuanto a la perspectiva de los mercados, en la Unión Europea se plantean que en 2010 quieren un 6% de penetración de los biocombustibles en todo el consumo de su transporte terrestre. Esto implica que para esa fecha van a necesitar 19 millones de toneladas lo que significa que deberán importar un 50%, ahí es donde surge un mercado para países como el nuestro. En este sentido, algunos de los puntos a tener en cuenta por los futuros países importadores de biocombustibles se encuentra la certificación del producto, es decir, de donde viene y como se produce.

Este panorama abre camino a la oportunidad que tiene Argentina para de a poco ingresar en la industria de biocombustibles. Los países pobres pueden transformarse en los grandes surtidores de biocombustibles del mundo si son capaces de aprovechar las circunstancias y beneficios que le brinda esta nueva industria.

No hay que esperar que la demanda venga a desarrollar el sector de nuevos combustibles, sino que por el contrario hay que impulsar el despegue de la creación de un mercado de biocombustibles. Este es uno de los desafíos de países como Argentina. Para dar viabilidad a esta nueva industria es importante tener en cuenta la formación de un bloque entre países latinoamericanos que le de consistencia a una estrategia regional para el avance de los biocombustibles.

Por Yanina Pomba

 

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