Hay cosas en la vida que son imparables. La fuerza de un tornado, la lava de un volcán, las olas del mar y la fuerza y empuje de un pueblo oprimido y harto. Son consecuencias de la fuerza contenida o el impulso de la Naturaleza. Nada puede detenerlo, se sigue el destino que se le ha trazado.
La ciencia avanza a pasos agigantados y tampoco se le puede detener. El volumen de conocimientos es tan grande que no hay suficiente tiempo para estudiar ¿por qué Napoleón hizo lo que hizo en su oportunidad? Se sigue adelante. Los chicos no pueden absorber el cúmulo de novedades científicas y saltan etapas. Lo que para generaciones pasadas era importante, hoy es irrelevante.
Una de las confirmaciones de ha determinado la ciencia es la ubicación de las áreas del cerebro donde anidan los ocho diferentes sectores de la inteligencia. También se ha confirmado que ésta, se hereda. Antes se pretendía trasplantar cerebros, hoy sabemos que no es necesario. También se confirmó el biorritmo y así varias cosas que eran tabú, pasaron a ser vedette.
Pero al estudiar los cerebros, no han tomado en cuenta la de políticos y sindicalistas. No valía la pena. Estaban vacíos. Las 8 áreas, eran nidos desocupados. La herencia se comprobó que también provenía de la nada. Por lo tanto, no pidamos peras al olmo. Los que tenemos algunas de esas áreas ocupadas, pensemos antes de votar, aunque nos ganan por cantidad.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Río Cuarto