Se acercan las elecciones. No hay entusiasmo en la población Por el contrario parece dominar el descreimiento y la apatía. Hay quienes dicen que estamos en el sótano moral de la democracia. Que hay desencanto. Que se debería participar más activamente para influir sobre los destinos del país. La pregunta entonces, no es si estamos mal, sino cual es la razón para ello.
¿Debemos encontrar la razón de la apatía en la subjetividad de una población despreocupada por los asuntos públicos o debemos interpretar la conducta de la población como una reacción adecuada a los des-manejos de la clase política del país? ¿Se trata acaso de una estructura del carácter social referido a una economía concentrada que genera un tipo de personalidad que se siente impotente y sola, angustiada e insegura? ¿o será que en la interrelación entre factores socioeconómicos, psicológicos e ideológicos hay una fatiga moral porque la gente simplemente parece no importarle a nadie?. Tal vez la gente esté cansada de tanta manipulación política. De lo que se trata entonces, es de analizar los problemas y tratar de solucionarlos. Veamos apenas tres aspectos que atentan contra el funcionamiento del sistema de representación democrática:
a) El Aparato Político Bonaerense: Las elecciones Nacionales son masivamente influenciadas por lo que ocurre en la Provincia de Bs As que da cuenta de más de una tercera parte del padrón electoral. Es allí donde las diferencias cuentan. Es justamente la Provincia de Bs As que tiene por Senadora a la Sra Cristina de Kirchner. Es ella quien debería representar a los pobres del cono-urbano. Es ella casualmente, quien se dedica a hacer campaña en Europa, en Alemania, en Austria, en EEUU. ¿Que es lo que pasa? ¿Como puede ser que la población con más problemas como los pobres bonaerenses no se den cuenta que quien representa a su Provincia no demuestra interés por ellos y si por la pompa y el glamour de viajes con comitivas carísimas por el mundo? La respuesta es simple, el Presidente actual se basa en el aparato de Duhalde para movilizar los votos. Es el manejo de estructuras de punteros pagos y materialmente comprados lo que hace la diferencia y no la disonancia cognitiva de la gente que ve en la representante de los pobres bonaerenses a una señora de caros vestidos que sólo mira y habla con los extranjeros. El manejo de aparatos es lo que crea descreimiento y hace que la representatividad se resienta. La población no puede sino descreer y sentir desencanto al ver la puesta en escena teatral de un Duhalde que fue responsable por el 80 % del déficit Provincial en la Convertibilidad, que complotó contra De la Rua, que provocó la devaluación, que “se retiró” de la política hasta que fuera necesario volver a movilizar el aparato y así libro escrito mediante regresa para “hacer lo que otros no hacen”. ¿Como hace la población para no desencantarse de esta política de aparatos, de manipulación y de mentiras?
b) Los Legisladores a Medias: La República sufre porque no se respeta la separación de los poderes. El Congreso tiene una función central, dictar el plan con el programa de proyectos a ejecutar el año que viene. Es el plan de acciones a realizar, ordenado en base a los valores de la población representada por los legisladores. Es la ley de leyes. Es el presupuesto. Sin embargo el Presidente lo desnaturaliza. Ha conseguido en forma permanente los superpoderes que usa un subordinado suyo para poder modificar por vía de decretos la asignación que hace el presupuesto. En el año en curso luego de 38 semanas ya van 43 modificaciones. Más de una por semana, y por un monto que llega al 25 % del total del presupuesto. Esto significa que cuando se vote en las próximas elecciones, se habrá de elegir algo así como medio diputado, porque la otra mitad de su trabajo la hace el presidente concentrando el poder y dando la espalda a los valores que la población busca hacer predominar a través de sus legisladores. En ese contexto la representación sufre. De nuevo ¿Cómo hace la población para no desencantarse de esta política de decretazos que hace del Congreso una realidad virtual?
c) La falta de plataformas. Finalmente la ausencia de programas. De explicaciones. Cuando se anotaron las fórmulas y las plataformas nadie habló de ellas. Hay pocas ideas en danza. Las campañas son sobre la base de adhesiones personalistas difusas. Se está con Cristina. Se está con la línea K. No hay campañas sobre discusiones programáticas. Tal vez el caso más paradigmático del Homo videns que reemplaza la imagen por las palabras aparece personificada en la principal política que aparece como favorita. Tenemos una candidata que ya hace hablar a los psicólogos. Especialmente a los de la línea Lacaniana que analizan el posible impacto que tendrá el silencio de los Kirchner ante las situaciones de diálogos. Se nos dice que Cristina es un enigma, un misterio a develar, es un no saber que empuja hacia la angustia. Tienen razón La principal candidata sólo hablará esta semana con la revista “Time” en EEUU. Luego participará en la “New York University school of Law”, al día siguiente se reunirá con científicos argentinos radicados en EEUU que no sufren la universidad desfinanciada de la Argentina. Luego el miércoles 26 la primera Dama hablará en el “Council de las Americas”. En ese contexto, donde la representante Provincial del Cono-urbano parece amar todo lo que sea en Inglés la gente no puede estar feliz con su participación política. La población siente que la hacen adherirse a imágenes mudas. La hacen retroceder en el tiempo hacia la falta de simbolismo para razonar. Como dice el autor del Homo Videns, los animales ven imágenes mientras que los hombres usan la representación simbólica y piensan. En la política actual, los candidatos nos vuelven a la imagen. Nos involucionan. Nos hacen sentir más animales que nunca. Tal vez en ese contexto la apatía proteja contra tanta agresión de la clase política que nos ha tocado sufrir. Una clase que vive en base a prebendas hacia los aparatos Duhaldistas. Que neutraliza la representación legislativa a decretazo limpio y que nos trata como olvidados en la sala del cine mudo. Claramente no es la población la causa del problema de desencanto que nos aqueja y nos abruma…
Dr. Roberto Tafani