En una interacción agitada entre las fuerzas del mercado de la divisa norteamericana, en donde la misma había presentado un incremento porcentual de 2 puntos, ahora se muestra un descenso de un centavo dada la intervención del Banco Central. La máxima autoridad monetaria manifestó fijar una banda que oscile entre $ 3,15 y $3,20.
Luego de las subas de los días anteriores, con las que el dólar llegó a marcar una cotización de $3,20 la nueva autoridad del gobierno nacional comenzó a planificar una estrategia que pueda impedir que el acomodamiento violento de la divisa del país del norte genere hacia futuro expectativas de aumentos en el nivel general de los precios. Durante ésta semana el Banco Central de la República Argentina (BCRA) buscó ser más persuasivo e intentar frenar los incrementos de la moneda en cuestión que tardará en tomar los niveles normales de acción.
Pareciese que se había instalado la idea de que con los niveles que cotizaba el dólar se estaba intentando, por parte del gobierno redirigir la política monetaria en valores absolutos, afirmaciones que de inmediato el organismo salió a defender sosteniendo que el reacomodamiento de la misma era eminente y que no se generara por detrás juegos especulativos que no llevarían a ningún lado solo a perder plata por parte de los involucrados en éste.
De hecho el dólar bajó un centavo llegando a $3,19 pesos luego de abrir la jornada del miércoles a 3,20 pesos para la venta. En la punta compradora la divisa también demostró una disminución de un centavo negociándose a $3,14.
Las dudas se presentan en el hecho de que el BCRA tiene en sus arcas una cuantía significativa de dólares como para corregir automáticamente las desviaciones que la moneda tomase, y es de sospechar que sucedieran estas variaciones con semejante capacidad acaparada.
Ocurre que de alguna manera, el sector que tiene en manos este tipo de recursos son los exportadores netos como las industrias y el sector agropecuario que reciben más dinero al liquidar en sus facturaciones. Siendo una de estas secciones la estrechamente vinculada con el entrante ministro de economía. Independientemente de ello la mayoría de los economistas creen que nada tiene que ver esto con los desajustes de la moneda.
En resumidas cuentas el tan observado dólar se mueve y las repercusiones del mismo son tales que modifican, de alguna manera, las expectativas de la gente en su conjunto. En vista de ello el Gobierno Nacional debería intentar ser lo más evidente posible en cuanto a la ejecución de su política monetaria para evitar pequeños movimientos que generen grandes preocupaciones.
Por Pablo Rivero. Miembro Fundación EGE – info@fundacionege.org