Si nosotros enfocamos a la depresión como uno de los problemas de mayor incidencia en la población actual, tenemos que estar atentos, cuando nos encontramos con un paciente depresivo, no solo a las múltiples causas, tanto individuales como contextuales que la provocan, sino también a los avances de las investigaciones en cuanto a tratamiento se refiere. Y en esto, sí que los profesionales de salud mental tenemos mucho que ver, ya que este tipo de pacientes por su sintomatología tienen la sensación de “agotar” con sus reiteradas y monótonas quejas a las personas allegadas al contexto y en consecuencia existe la posibilidad de pensar que están de más o que están causando molestias. Esto aumenta la sintomatología depresiva.
Diversas investigaciones sobre depresión no cesan en todo el mundo de aportar sus conclusiones, como la investigación de los especialistas Jorge Cervilla Y Blanca Gutierrez, de la Universidad de Granada, que encontraron que hasta un 24 % de la población española es más susceptible a desarrollar depresión si pasa por una experiencia en la que su vida está en peligro. La investigación realizada por un equipo internacional confirma la relación entre el alelo S en el gen del transportador de la serotonina, una sustancia vital en la neurotransmisión del cerebro, y que está alterada en los pacientes depresivos. Este gen pareciera ser esencial para la comunicación inter-neuronal, es decir en la comunicación entre las células nerviosas del cerebro, cuando hay una exposición a situaciones que ponen en peligro la vida de la persona que lo posea. Estoy queriendo decir que en personas que poseen ese gen con alelo S son más susceptibles a no tolerar situaciones de riesgo vital, reaccionando con síntomas depresivos. O sea desde el punto de vista de la causalidad estamos articulando un fenómeno genético con uno contextual. El estudio prueba, en una muestra de población que tiene en cuenta el género, la edad y los antecedentes familiares de trastornos psiquiátricos, que el 24 % de la población española, que incluye a personas con el genotipo S, necesita una mínima exposición a sucesos amenazantes para la vida, a diferencia de los individuos con los genotipos s/l o l/l, lo que confirma la relación entre los factores genéticos y ambientales en el trastorno mental.
La consecuencia más importante de la investigación es que en un posible futuro los científicos podrían desarrollar métodos para predecir la respuesta a los antidepresivos, teniendo en cuenta el genotipo individual y podrían diseñar fármacos según su configuración genética y su exposición a factores ambientales. Para mí sería más importante el estudio genético que prediga la vulnerabilidad en situaciones de riesgo de vida y así también programar una vida sin situaciones temibles para sí mismo.
Una de las novedades más importantes del trabajo, denominado PREDICT-gene, es que se ha realizado en una muestra de población representativa, ya que 357 personas de edades comprendidas entre los 18 y 75 años participaron en las pruebas genéticas, pacientes de nueve centros de atención primaria de Andalucía. Hasta ahora la investigación se había realizado en muestras de población que sólo integraban mujeres, adolescentes, gemelos o personas con trastornos afectivos. También es una muestra de los acercamientos cada vez mas estrechos entre lo micro-macrocontextual y la biología molecular. Es decir el abordaje integral del ser humano tanto desde el punto de vista bio-psicológico como sociocultural.
DR EDUARDO MEDINA BISIACH