La toma de licencias por la campaña provincial genera multiples especulaciones y cuestionamientos de pasillo que aún no terminaron. El rechazo de la gente y la quita de salarios resultaron claves…
La campaña electoral por los cargos provinciales expuso a funcionarios y concejales a una decisión que generó múltiples especulaciones. La toma de licencia produjo un ida y vuelta de candidatos que primero dijeron sí, despues no y finalmente «ni».
«El problema es que muchos no quieren que les toquen el bolsillo y hacen demagogia con la licencia», dijo una edil en voz baja.
Otro concejal fue más allá: «Tiraron la piedra y después esperaron las repercusiones. Como la gente rechazó la idea ahora postergan la licencia aunque, hace rato que no piensan en otra cosa que en la campaña».
Hay quienes aseguran que «no se puede buscar votos y cumplir con la función pública» y quienes admiten que «lo que se pone en dudas es si los que se quedan no utilizan la estructura oficial para beneficio partidiario»
Mientras ellos se pelean, los devora el desinterés de los de afuera.