Sobre las teorías de convivencia, la realidad, la distribución de la riqueza entre otros temas reflexiona el ciudadano Juan Bell.
Estamos en el 2006 y seguimos viendo cosas del siglo pasado. Es increíble que la gente use las mismas palabras en la creencia de que sirve para algo. Hace ya muchos años, se dieron a conocer teorías utópicas de convivencia. Estaban divorciadas de la realidad. Jamás tomaron en cuenta a los defectos de los seres humanos. El hombre es egoísta y egocéntrico, buscando su bienestar y progreso sin mirar a sus congeneres.
Hoy ver carteles que dice «Reunión por la liberación de los pueblos…» no sabemos si decir: ¡Pobres chicos! O «Todavía hay ilusos» Pero lo que se busca es solamente el poder. Aquellos pueblos que pregonaron la igualdad, la mejor distribución de la riqueza, destruir al capital y otras varias frases hechas solo deseaban encumbrarse para gozar de privilegios y prebendas. Los ejemplos son infinitos, Rusia, Cuba y las revoluciones de liberación. Cuando agarran la manija no la sueltan. Es la cultura de la persona. Y sé esta repitiendo en este siglo. No han aprendido nada. ¿Quién? El pueblo que vota. Se lo cree todo y no piensan. Se compran y están baratos.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
belljuanroberto@yahoo.com.ar
Río Cuarto
08/08/06