El ciudadano Juan R. Bell propone las condiciones para exigir decencia, habla de la pérdida de valores y recomienda no «mirarse en el espejo del Estado».
Poco a poco hemos visto que manera se van perdiendo ciertos valores. La juventud cada día adopta nuevas formas de hablar y otras cosas. Ya no importa quien esté presente, las bocas se han transformado en cloacas. Pero no pidamos peras al olmo. Desde tiempos inmemoriales los ejemplos siempre han venido de arriba. Allí se suponía que estaban las élites e inteligentes. Hoy ¿es así? Se duda. Se espera siempre que el Estado, como conjunto de eminencias (¿grises?), sirva de ejemplo a seguir. Pero… y siempre hay un pero. Es mejor no mirarse en el espejo del Estado ya que por razones de poder y ambición no hay buenos ejemplos. Por un lado procura que la gente que trabaja, lo haga dentro de la ley, como corresponde. Pero se ve que el propio Estado es quien toma personal en condiciones irregulares. ¡Lindo ejemplo se esta dando!
Para exigir decencia hay que ser decente y hoy el que debe «cumplir y hacer cumplir» la ley es quien la viola abiertamente. Es como una burla. En países donde la ley se respeta, todos la cumplen y no algunos sí otro no. Entonces no pidamos que los chicos mejoren, no hay buenos ejemplos desde arriba.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
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Río Cuarto