Las exportaciones generan más empleo pero no mejora su calidad

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El incremento de las exportaciones durante el año pasado generó 66.500 nuevos puestos de trabajo en todo el país, gracias al aporte de industrias empleo–intensivas como la frutihortícola, la metalmecánica, la vitivinícola y la confitera. El efecto sobre el empleo de los mayores envíos al exterior fue inferior al de 2005 (se crearon 170.000 puestos) pero las contrataciones por cada tonelada adicional vendida siguieron incrementándose, según un estudio de la Fundación Crear.

No obstante, la ‘calidad’ de los embarques argentinos hacia el mercado mundial retrocedió durante el primer bimestre de este año, debido a su todavía débil penetración en las plazas más exigentes y al rol preponderante que juegan aún los artículos con menor valor agregado. El dato se desprende de una medición efectuada mensualmente por la Universidad Católica Argentina (UCA), que reflejó caídas interanuales durante enero y febrero.

La cantidad de puestos generada por el aumento de las ventas externas se estimó a partir de la matriz Insumo–Producto (que refleja lo que demanda cada sector para producir) y de las cifras de la balanza comercial. Así se estableció que las exportaciones aportaron el 10% de los empleos registrados creados en toda la economía, según el trabajo de Crear.

Estos mismos datos pueden llevar a pensar que se exporta más en base a los salarios aún atrasados de la mano de obra calificada local.
A juzgar por los resultados más recientes y los volúmenes de producción récord, esa ecuación debe seguir siendo positiva para las empresas de ese sector: el informe de Crear les adjudica 15.400 de los nuevos puestos creados en 2006. Sólo la supera la industria frutihortícola (17.700) y detrás suyo se ubican la oleaginosa (14.000), la confitera y azucarera (7.600), la láctea (5.500), la metalmecánica (5.200), la farmacéutica (3.000) y la vitivinícola (2.100). De esos rubros, sólo tres (oleaginoso, automotor y farmacéutico) no son mano de obra intensivos, aunque los dos últimos sí demandan trabajo calificado.

Otra manera de medir el agregado de valor local es la cantidad de empleos directos e indirectos que se generan por cada mil toneladas embarcadas al exterior. Esa proporción pasó de 12,3 en 2002 a 14,8 en 2006, cifra superior a cualquiera alcanzada durante la convertibilidad.
La mejora en ese indicador explica por qué se crearon más puestos en 2006 que en 2004 pese a que la expansión de las ventas fue la misma. En 2005 hubo más del doble de incorporaciones, pero las exportaciones también treparon al doble de velocidad.

Virginia Furlong
Fundación EGE
04/04/07

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