«Son ya cinco los años que he pasado lejos de Río Cuarto y vivo soñando con volver…
Dice el dicho: «Sólo cambian su cielo pero no su alma los que cruzan el océano» y eso pasó conmigo…sigo siendo yo, pero en otro lado.
Estar lejos, no es fácil. Se extraña todo, hasta lo más cotidiano. Se recuerda todo, hasta lo más simple.
Europa es una comunidad gigantezca en donde la globalización es la regla. Extraño esa identidad, esa pertenencia, ese «ser» que nos caracteriza tanto a los argentino
Mi casa, en la República de Irlanda, es mi trozo de Argentina. Tengo tapices coyas, cuadros de Molina Campo, caballos, mates de toda clase, bota de vino, tallas de madera del norte, vasijas de barro. Hago los ñoquis, cocino lasagna, pucheros, siempre hay vino tinto, hago asados aunque sean en el horno, hago arroz con leche, pasta frola, tomamos mate…
Esto de ser de tantas partes va a terminar acabando en que no seamos de ninguna. Lo mejor y más glorioso que tenían los romanos era eso…ser romanos y es ahora cuando comprendo por qué la pena más severa era el destierro, el exilio. Porque los alejaba de su «ser»
Y cuando pienso en mi situación, no puedo evitar acordarme de mis bisabuelos que llegaron a Argentina como inmigrantes, unos desde Italia, otros desde España, otros desde Francia.
Como yo, dejaron todo y se instalaron en un nuevo país que luego se convertiría en la patria de sus hijos y sus nietos…
Al igual que mis bisabuelos, me ha tocado ser el nexo, la conexión que hará que mis hijos sepan y no olviden de donde venimos y que les mostrará el camino hacia donde vamos.
Pero hay algo que mis bisabuelos no tuvieron y que yo si tengo: la posibilidad de seguir en contacto casi a diario gracias a la tecnología y al avance de las telecomunicaciones.
Es como seguir en casa, en mi ciudad. Es como regresar un poco cada día.
También tengo la posibilidad de volver!
Volver a ver al resto de la familia que allá se quedó, volver a ver la ciudad que me vio nacer, volver a encontrarme con las personas que poblaron mi vida.
Se que nunca será lo mismo, volveré pero de «visita», porque mi vida ya está en otro lado, pero vuelvo felíz, a descubrir los cambios, las novedades, lo nuevo…
No creo que haya mejor manera de volver…
Vaya desde aquí un saludo a todos los argentinos…a los de adentro y a los de afuera. A los que se quedaron y a los que se fueron…»
Ana Victoria Massucco
Riocuartense en Irlanda