El final de la Cumbre y el inicio de un nuevo proceso. La opinión de Ignacio Liendo , Director de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Siglo 21.
Después de que deliberaran los Presidentes, y previo a que lo hicieran ayer los Ministros en el marco del Grupo del Mercado Común, la Cumbre llega hoy a su fin.
Quedan la Declaración y las Resoluciones que representan los caminos por los cuáles seguir avanzando en la construcción de la integración regional en todos los ámbitos, ya sea desde la político y burocrático – administrativo, como atenuemente desde la sociedad civil.
Pero sobre todo, queda el fuerte espaldarazo de voluntad política de integración sobre el cuál se podrá construir lo anterior.
Resalta sin duda la incorporación de Venezuela como miembro pleno (además del apoyo que le dará el bloque para su candidatura a Miembro no Permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas) y toda la discusión relativa a las posibilidades de que este fichaje pueda representar una jugada del Presidente venezolano para copar este proceso en función de ciertos proyectos políticos particulares, que serían en no menor medida la forma en que el régimen castrista podría sobrevivir desde Chávez y Morales.
Si bien esto es una posibilidad, la Cumbre nos deja indicios de que esto no ocurrirá en la medida en que se ha instado al fortalecimiento institucional del MERCOSUR, a cargo temporariamente de Brasil a partir de hoy, quien seguirá ejerciendo el liderazgo junto con Argentina, y cuyo eje debiera estar supeditado a circunscribir la agenda a las políticas de estado de integración.
En esto último también hay muy buenos indicios en la Declaración, cuyos 43 puntos hablan de las posibilidades de trascendencia.
A saber: profundización del proceso de Unión Aduanera, finalización en breve del Código Aduanero del MERCOSUR, construcción de mecanismos para localización de inversiones, implementación del Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR (herramienta tendiente a morigerar las asimetrías regionales), Programa MERCOSUR libre de Aftosa, Protocolo de Inversiones Públicas para la participación de empresas regionales en las licitaciones públicas de todos los países miembros, creación de un Banco de Desarrollo del MERCOSUR (a instancias de Argentina), avance en el Proyecto del Gasoducto del Sur, Programa Somos MERCOSUR de Participación Social; etc.
Todo esto, nos habla sin duda de un balance positivo de la Cumbre en orden al objetivo de Integración de nuestro subcontinente, lo que representa un gran avance, más allá de las marchas y contramarchas, y de las rizpideces puntuales entre algunos países.
Esperamos que el compromiso asumido se haga claramente efectivo para acrecentar aquel espíritu fundacional del que ya habláramos.
Ignacio Tomás Liendo
Director de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Siglo 21