La comparación entre el pasado y el presente. El rol del docente. Los reclamos salariales. La reflexión del ciudadano Juan Bell.
Con el correr de los años, hay cantidad de cosas que se fueron perdiendo. El respeto por los mayores, aunque tenían 30 años. El reverenciar a una mujer y cederles el paso. ¿Pretendían igualdad de los sexos? Quien llega primero se sienta. Hoy extrañamos a aquellos «gallegos» que nos traían los productos de almacén a domicilio. Ahora debemos changar desde el supermercado y comprar cosas que no necesitamos o en exceso, por los envases. El pan también llegaba a casa lo mismo que la leche y el hielo. Sólo se iba a la carnicería ya que la verdura venía en carro. Aquellas salidas al tambo donde se compraba leche al pie de la vaca, nos marcó a fuego el perfume de la alfalfa seca.
Y hemos obtenido comodidades y beneficios. El olor a sopa, hirviendo desde las 7 AM. Hoy un cubito y listo. El respetar y hasta casi reverenciar a las maestras, todas viejas como de 40. Para facilitarnos las tareas, con cola de pescado hervida sacaban «fotocopias» Eran vocacionales y no mercantiles. No importaban las horas, debíamos ir a sus casas a «destapar» la neurona si no comprendíamos en clase.
Esas si que se merecían aumentos salariales. ¡Ah si hubiesen conocidos los piquetes, hoy serian millonarias
Atentamente
Juan R Bell – DNI 92061605
belljuanroberto@yahoo.com.ar
Río Cuarto
29/06/06