El Pami está en el centro de la tormenta y los que pierden siempre son los jubilados. Una anciana necesita operarse de cataratas pero la obra social, desde hace varios meses, no le otorga la prótesis necesaria.Elva Cingalo puede quedar totalmente ciega sino consigue una respuesta a su problemática. En el año 2000 el médico de la abuela le dijo que si no realizaban una rápida operación la situación podría ser irreversible, sin embargo, aún no tiene respuestas.
La prótesis cuesta mil pesos pero Elva solo cobra 219 pesos por mes. «Yo antes podía trabajar como costurera pero ahora no puedo hacerlo y me resulta imposible comprarla», destaca la jubilada.
En el Pami no le dan respuestas concretas y solo le piden que espere aunque la situación ya es límite. «No puedo ni caminar porque casi no veo, esta enfermedad avanza mucho y ya no puedo más».