DE AMORES Y RENCORES

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Tras la muerte de Ramón Mestre sobrevino el reconocimiento por su paso por la función pública. Su manera de hacer política cosechó tantas adhesions como resistencias.(Por Guillermo Geremía)En 20 años de democracia, Ramón Mestre fue junto a Eduardo Angeloz el depositario de casi todo el poder en el radicalismo cordobés. El ocaso de uno significó la llegada al Olimpo partidario del otro.
Mestre no sólo fue el sucesor de Angeloz en la gobernación, sino el encargado de instalar un nuevo modo de hacer política en Córdoba. Ese estilo tan particular generó tantos amores como rencores y terminó siendo rechazado por los ciudadanos en las urnas.
Sanjuanino de origen y cordobés por sus estudios, Mestre no respondía al fenotipo del dirigente radical. Su estilo frontal (no dudo en llevar su discrepancias con el gremio municipal cordobés hasta las últimas consecuencias), su pragmatismo lo alejó en más de una oportunidad del ideario del partido de Alem e Irigoyen.
Le tocó ser gobernador en las peores condiciones y en 4 años ordenó las cuentas provinciales aferrándose a la austeridad como estilo.
Si bien su carácter fue sembrando enemigos a su paso, voluntades adversas que brotaron en la desgracia; fueron sus equivocadas decisiones de gobierno los que movilizaron a la gente en su contra.
Nunca tantos vecinos se manifestaron en Río Cuarto para rechazar la reforma educativa, que implicó el cierre de los jardines de 4 años y las escuelas rurales.
Los jubilados que perdieron durante años párte del historico 82% movil, mantuvieron hasta el 2003 el amargo recuerdo de aquella decisión.
Poco proclibe a la crítica sancionó con su silencio en mas de una oportunidad al periodismo que lo inquiria.
Su sinceridad brutal lo aparto de cualquier demagogia y populismo. Decía lo que pensaba y hacia lo que decía.
En un tiempo, donde la clase política acumulaba manchas por corrupción y aprovechamiento del poder, su voluminosa figura resaltaba por la austeridad y el desapego a las comitivas y las pompas y boatos que se autoasignan los que ostentan algún cargo.
Entre 1964 y 2001 fue Secretario de Salud, Diputado Provincial, dos veces Intendente de Córdoba, Convencional Constituyente, Gobernador de Córdoba, Interventor de Corrientes y Ministro del Interior.
Si algo lo caracterizo fue la fuerza de sus convicciones y el espíritu para hacerlas realidad en los hechos. Pero fue su carácter ejecutivo el que lo hizo diferente. Siendo Intendente llegó a tener en realizacion al mismo tiempo medio centenar de obras públicas.

Ramón Mestre, siempre rechazó la burocratizacion de la definiciones politicas y demandaba urgencia en las acciones. Pura determinación para que las cosas se hagan cuanto antes. La misma que tuvo la muerte para decidir el fin de su paso por esta vida.

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