VIVIR EN OTROS

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Los familiares de un joven que quedó en estado vegetativo tras un accidente laboral decidieron donar sus órganos. Rubén Meneses vivía en Coronel Moldes y tenía 29 años«Siempre hablamos mucho, siempre decía que si le pasaba algo donáramos todos sus órganos», manifestó con resignación Natalia Ozán. La joven mujer no oculta su sufrimiento por lo ocurrido con su esposo. Rubén Ariel Meneses, de 29 años, se precipitó a tierra desde el techo de un tinglado en Coronel Moldes. Realizaba mediciones para hacer el presupuesto de un trabajo. La cinta métrica que desplegaba fue arrastrada por el viento y tocó un cable de alta tensión. La descarga eléctrica desvaneció al trabajador que cayó al vacío. Luego de las primeras atenciones fue trasladado al Hospital Regional Central. En horas de la mañana del miércoles, los médicos informaron a los familiares que Rubén entró en estado vegetativo por el fuerte golpe recibido en la cabeza al caer de una altura de 10 metros. «Pensando siempre en el trabajo fue que sucedió esta desgracia», explicó el padre de Rubén, quien estaba con su hijo cuando sufrió el accidente. Meneses estaba casado hace 9 años y tenía un hijo. Las autoridades del Hospital explicaron a los familiares que la ablación demorará entre 12 y 18 horas, hasta que lleguen los equipos del INCUCAI. «El tiene todo los órganos sanos, porque el golpe lo recibió en la cabeza», explicó el padre de Rubén. «Yo me quedo tranquila porque se que el va a seguir viviendo en otras personas, que en el futuro quisiera conocer», expresó sollozando la mujer del donante.

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