El jueves se cumplieron 3 años del triunfo de Alberto Cantero en la elección para Intendente de Río Cuarto. Logros y fracasos cuando todavía le resta un año y medio de mandato (Por Guillermo Geremía).Ganó las elecciones por un margen superior al esperado. Ya durante la campaña expreso sus diferencias con los métodos de la militancia peronista. Asumió 15 días despues de que hablaran las urnas. Fiel a su origen académico, encargó una encuesta para saber donde estaba parado como Intendente. La Provincia prometió pagarle la consulta y todavía se la debe. Su primer enfrentamiento con la oposición fue por los contratados radicales que se quedaron sin trabajo con su llegada. Puso lo partidario por encima de la eficacia de los profesionales que debieron dejar la Municipalidad. Demoró en armar el reducido grupo de estrechos colaboradores, que en su mayoría sigue acompañandolo.
El primer año fue un round de estudio. Tardó en acostumbrarse a los hábitos municipales despuús de toda una vida en el campus universitario. Con su estilo personalista, rápidamene se encontró en el medio del ring con la oposición. De la pelea por los contratados a la batalla por las empresas mixtas. Salvo en la crisis de los cacerolazos del último enero nunca logró que los opositores se subieran al mismo carro. Preocupados por la austeridad y tomar todas las riendas, congeló las obras públicas durante varios meses.
Si fue un mérito ordenar los numeros por los tiempos que se vinieron, encendió una luz roja en la infraestructura urbana tardando tanto tiempo en hacer -incluso- el mínimo mantenimiento.
No supo, no pudo o no quizo terminar cuanto antes los desagües del sur. Esa que era la obra inconclusa de Rins, pasados tres años, ahora es su empresa sin terminar.
Con GAmSur, la primera mixta grande, metió un gol. Y se hizo uno en contra al no invertir capital político en impedir con énfasis que Mario Alesci volviera a ser Defensor del Pueblo, violando el espíritu de la Carta Orgánica Municipal.
Si, impuso su manera de manejar la cosa pública al obligar a Ojeda a respetar el orden de necesidad y no las influencias políticas desde el Servicio Municipal de Empleo. El ahora interventor del PAMI Rio Cuarto dió el primer gran portazo del roggerismo a la administracion Cantero.
Sabiendo que el Diputado Nacional y De la Sota no siempre caminan por la misma vereda, Cantero apostó por aliarse con el Gobernador de Córdoba. Alianza que aún mantiene, pese a que en el medio existieron varios distanciamientos. En el Palacio de Mójica no comulgan con el eterno markenting de De la sota para todo lo que hace, mientras que en la Casa de las Tejas sienten que Cantero no es enteramente del palo de los políticos de raza.
Las renuncias en Mieles del Sur le sumaron otra amargura, en realidad cada Mixta le trajo primero un dolor de cabeza y despues reconocimiento. Se lució en la crisis de fines de 2001 y principios de 2002 en donde puso a prueba la red de contención social que había creado, y reforzandola evitó que la ciudad se prendiera fuego.
O por falta de comunicación o por estilo de hacer, cada decision que tomó generó tension política o social. La última aún no esta definitivamente resuelta con la inconclusa relocalizacion de los habitantes de las costas del rio y los polémicos azudes.
Cada vez que vuelve a su casa en Banda Norte y cruza por el viejo puente carretero, mira con orgullo a su derecha y comprueba que ya no esta mas la historica villa miseria que hasta este año tenía la ciudad; que el lo hizo.
La enumeración precedente es lo que ha quedado en la mente de este periodista de estos tres años de Cantero Intendente.
En el olvido hay seguramente cosas buenas y malas ocurridas en este tiempo.
Por ahora, da la impresión de que al Ing. Alberto Cantero Gutierrez se lo tiene presente más por lo que hizo como rector de la Universidad que por lo que hasta aquí ha concretado como Intendente de la ciudad. Así son las cosas.
(Por Guillermo Geremía. Editorial realizada en el programa «Así son la cosas»). Sobre el tema participe en la encuesta de Telediario Digital.