DESOCUPADOS Y SIN TECHO

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La Cooperativa de Desocupados “Agustín Tosco” utilizó este martes la Banca del Ciudadano en el Concejo Deliberante para pedir a los ediles y al Ejecutivo Municipal la construcción de viviendas para 50 familias.Rita Aliaga, la líder de la Cooperativa de Desocupados, al hacer uso de la Banca del Ciudadano pidió a los concejales para que se realicen las gestiones necesarias para que puedan construirse viviendas por la modalidad de autogestión.
“Por eso hemos peticionado ante el Concejo Deliberante y por intermedio de ellos al D.E.M. (Departamento Ejecutivo Municipal) para que nos den la oportunidad de hacer nuestras casas como ya hicimos en el Barrio Agustín Tosco, con el aporte (municipal) de material y el terreno. Ya presentamos el proyecto, el plano de las casitas y los terrenos que serían para cincuenta familias de nuestra ciudad cuyos jefes de hogar están desocupados”.
El nuevo barrio se ubicaría cerca del otro módulo de viviendas que había gestionado y llevó adelante la Cooperativa de desocupados, entre las calles Yapeyú y Fray Luis Beltrán.
Aliaga, en una entrevista posterior con Telediario, consultada por la situación actual de las familias peticionantes, afirmó que “es infrahumana, están en una situación límite, la mayoría ya tienen el desalojo encima, para colmo son todas familias numerosas con cinco, cuatro, tres y dos hijos”.
Con respecto al inicio de las obras, Aliaga sonríe y dice: “vamos a tener que luchar bastante y supongo que será a la brevedad porque la sensibilidad de los señores concejales y del señor Intendente dan para que entiendan de que esto necesita una solución para ayer. Hay cosas prioritarias antes que los azudes”, concluyó la siempre crítica dirigente de los desocupados riocuartenses.

Otras miembros de la Cooperativa “Agustín Tosco” comenzaron en la mañana del martes a vender panes dulces en el frente de la Iglesia Catedral. Las desocupadas han iniciado la elaboración de esos alimentos, en forma casera, y han decidido venderlos en la vía pública. En una primera etapa comercializarán los panes dulces frente a la Catedral, para luego incursionar en la fabricación de pan casero y bolas de fraile.
“Queremos que la comunidad de Río Cuarto nos haga el favor de compranos pan dulce que estamos vendiendo, casero, de muy buena calidad”. La mitad de los ingresos que reúnan lo destinarán a la compra de insumos para la elaboración y el resto será ganancia neta para las desocupadas. “Eso sí, nos falta más mercadería”, pide una de ellas. Los panes dulces tienen un valor de $ 2 el tamaño mediano y $ 2,50 el pan dulce grande.

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