La pedrea repetida, caída en Río Cuarto y la región, provocó pérdidas millonarias. El cinturón verde fue arrasado por la precipitación sólida. Las verduras de hoja aumentaron hasta el 150 % en el Mercado de Abasto.“No me ha quedado absolutamente nada, ha sido un pedreada (sic) que no se ha visto nunca”, manifiesta con resignación Darío del Fraine. El productor de hortalizas recorre los lotes de su quinta ubicada 6 km. al oeste de Río Cuarto y no puede creer el escenario de desolación presenta lo que hasta ayer era el producido a punto de cosecharse de mucha inversión en tiempo y recursos. Lotes enteros de lechuga, acelga, remolacha, tomates y otras verduras quedaron reducidos a nada luego del paso del meteoro. La familia Del Fraine evaluó las pérdidas en unos 60 mil pesos. Como ellos, medio centenar de productores del cinturón verde, sufrieron las consecuencias de la segunda tormenta de piedras en pocos días. Unos más, otros menos; todos perdieron. En la tarde del miércoles las naves del Mercado de Abasto presentaban un panorama desolador. Los quinteros no fueron al ente concentrador porque no tienen que vender. La falta de oferta hizo que la pocas verduras existentes sufrieran aumentos de hasta un 150%. Los puesteros han solicitado a las autoridades la compra de mercadería en Villa María y Mendoza para poder abastecer a la ciudad. Los horticultores aseguran que sin ayuda oficial no podrán superar este difícil momento que atraviesan luego de tener que soportar dos tormentas de piedra en la temporada. También la siembra de soja, maíz y trigo en campos del Departamento Río Cuarto fueron afectadas por la intensa pedrea. Según las zonas, las pérdidas en los sembradíos oscilan entre el 50 y el 100 % de las hectáreas.