El cuerpo calcinado de un vendedor ambulante fue hallado en un microbasural de la costa del río. Hay dos detenidos.“No pensé nunca que ibamos a tener una cosa así en el barrio”, aseguró un vecino de la costa. Se refería al hallazgo de un cuerpo calcinado en el interior de un contenedor ubicado en Avenida Cochancharava al 500. Gente que habita la zona encontró en el cadáver de un hombre consumiéndose en un fuego alimentado con cubiertas de automóviles.
De inmediato el lugar fue cercado por la policía y comenzaron a realizar su trabajo los forenses de la Justicia Provincial. “El cadáver esta de espaldas y un alto porcentaje ya se había quemado”, manifestó el Dr. Guillermo Mazucchelli.
Debido al estado en que se encontraba el cuerpo no se pudo determinar en el lugar su identidad, sólo que se trataba de un hombre adulto de contextura mediana.
A las pocas horas se determinó que se trataba de Javier Claudio Aguado de 37 años (foto), un vendedor ambulante de flores que vivía con su numerosa familia en una casa de la zona.
ALLANAMIENTOS Y DETENCIONES
La División Investigaciones de la UR9 realizó varios allanamientos en distintos domicilios de la zona y en barrio Alberdi. En dos de ellos detuvieron a un mayor y un menor a quien se los relaciona directamente con la muerte de Aguado.
El florista había estado realizando su tarea durante toda la jornada aprovechando la proximidad del día de todos los santos.
A última hora del jueves, varios testigos lo vieron consumiendo alcohol junto con uno de los imputados. Los pesquisas sospechan que se produjo una discusión que derivó en el posterior homicidio.
“Tenemos muchísimos elementos para considerar esclarecido el hecho”, aseguró el Subcrio. Juan Carlos Gambluch, Jefe de la Comisaría Distrito de Banda Norte. Las personas detenidas son Mauricio Roberto Martínez de 29 años y un menor de 17 años. Ambos quedaron a disposición del magistrado que investiga el homicidio. A última hora del viernes, los médicos forenses realizaban la autopsia para determinar las circunstancia de la muerte del florista.
“UN BUEN CHICO”
“No me explico lo que hicieron, para mí le han querido sacar la plata, porque el salió con una canasta llena de flores”, relata con entereza Sandra, esposa de la víctima. La familia Aguado vive en un casa prestada en la zona de la costa. El florista asesinado tenía 6 hijos de 14,12, 9, 7, 5 y 4 años y era el único sostén económico de la familia.
“Era un buen chico, trabajador, muy humano, no se porqué se lo hicieron”, reflexionó el padre de Javier. Tanto él como su nuera reclamaron Justicia por lo que le hicieron al vendedor ambulante.