«Y ahora mis primitos están en un lugar, donde no tendrían que estar. están en una tumba del cementerio, por culpa de esta ruta y de los políticos «Y ahora mis primitos están en un lugar, donde no tendrían que estar. están en una tumba del cementerio, por culpa de esta ruta y de los políticos que se quedan con la plata en lugar de arreglarla».
Las palabras de Ariel, apenas un niño, no sólo fueron el símbolo de una sociedad harta de tanto dolor sino también la muestra que la delgada línea que separa el dolor de la bronca, había sido traspasada.
Con esas palabras se daba inicio al acto en el que casi 2 mil vecinos de General Cabrera decidieron cortar la ruta 158, la misma que en los últimos años se llevó la vida de casi 25 vecinos de la región.
El corte según se decidió será por tiempo indeterminado, permitiéndose solo el paso de vehículos que demuestren cierta urgencia, pero el reclamo hacia los políticos tuvo un punto de inflexión, cuando en medio del acto, los vecinos comenzaron a corear el nombre del Diputado Nacional Edgardo Grosso, pidiéndole que hablara.
Cuando el histórico dirigente radical se subió al improvisado escenario, los insultos (foto) y los silbidos, le impidieron detallar sus inútiles esfuerzos para que el gobierno nacional arreglase la ruta del mercosur. «Es el día más triste de mi vida» dijo Grosso antes de despedirse.
Al caer la tarde más de 300 personas permanecían en el piquete hasta tanto se logre una respuesta y dejaban pasar solamente dos autos cada hora por ambos sentidos de circulación