Rosa busca evitar el sobreseimiento del jefe de Investigaciones de la Policía

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Para la Justicia hubo tres ­llamadas entre Oyarzábal y 
los Vargas.

Rosa Sabena apeló el sobreseimiento del jefe de Investigaciones de la Policía, Gustavo Oyarzábal, quien estaba sospechado de encubrimiento y de alertar a los Vargas Parra sobre los allanamientos en la quinta donde fue visto por última vez Nicolás.
El Tribunal en el que se produjo la disertación de Rosa estuvo conformado por los camaristas Emilio Andruet, Carlos González Castellanos y Pablo Bianchi.
La madre de Nicolás Sabena mostró un conocimiento exhaustivo del expediente y acusó a Oyarzábal de haber desviado la investigación hacia Santa Fe porque el celular que utilizaba Lucía Vargas tenía característica de la ciudad de Rosario. Este detalle, explicó, le sirvió a Oyarzábal –que participó de la causa como experto en telecomunicaciones- para pedir a la Policía de Santa Fe que buscara al supuesto titular de la línea que, tiempo después, la propia Lucía admitió como propia, publicó Revista El Sur del periodista Hernán Vaca Narvaja.
Para la Justicia hubo tres ­llamadas entre Oyarzábal y 
los Vargas. El 3 de noviembre 
de 2008, a partir de las 14.09, el jefe de investigaciones tuvo 
dos ­comunicaciones con Lucía Vargas (hija del propietario de la quinta), una de 24 segundos y otra de cinco. Fueron realizadas desde el celular de la flota ­policial.
Luego, el 18 de noviembre, a las 18.56, Oyarzábal recibió en su teléfono particular, un llamado de Adelina Flores de Vargas, de 40 segundos.
Finalmente, el 4 de diciembre, a las 22.22, el jefe policial llamó desde su teléfono particular a José Vargas y la comunicación duró 34 segundos.
En su defensa, Oyarzábal ­argumentó que llamó a los te­léfonos de la hija de Vargas 
para investigar, porque fue el último número con el que se habría comunicado Nicolás, que todo lo hizo para indagar en el caso, y que la última vez que habló con Vargas fue para citar a declarar a los integrantes de la familia que luego resultaron condenados por la Justicia de Río Cuarto.

Foto: Revista el Sur

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